jueves, 20 de febrero de 2014

II TRAIL LA GRANADELLA 2014

Puñadito de locos que disfrutamos de cada paso
Domingo 16 de febrero, recuperada y mejor de ánimos? me preguntó mi Jose... pues claro que sí, vamos a disfrutar mucho, hoy será una preciosa carrerita en un lugar de sueño.

8:30 horas, fratelli de ondara. Alli ya estaba Manuel, llega Eva, Inma y Sandriña.

Llegamos a la zona del parque de cansalades. Recogida de dorsales, nervios, risas, cositas de mi Sandra que pregunta "pa que es esto?, pregunta mirando el chip, "es para un bono en el centro comercial?"  es que te quiero, loca!!! es el chip que tienes que colocarte en el zapato!!! 

En fin, que comimos algo de fruta y ya estaba todo el mundo preparado, dispuesto a enfrentarse a una mañana preciosa y fresquita, y nosotras cuatro, dispuestas a enfrentarnos a esos 21 km de pura montaña y pura naturaleza.

Foto de este puñadito de gente, a la cual quiero un montón y agradezco todo el apoyo que últimamente me han dado.

10:00 de la mañana, comenzamos a trotar. El primer kilómetro, con una cuestecita picona que nos saltó las gotas de sudor. Y de repente, TAPÓN!!! más de 10 minutos parados... per amor de deu sant, esto que coño es? pasamos esos diez minutos lo mejor que pudimos, entre chistes, risas y meaditas detrás de un arbusto. 

Y, volvimos a trotar y esta vez, sería sin parar apenas... sendita preciosa y serpentina, subida, pista, saludos a los caminantes que conocía y ya estamos en el primer avituallamiento, km 5. Bebo agua, grito a mis dos locas compañeras, vamossssss y Evita, nos pide permiso para "volar". Corre guapa corre y disfrutala. Nos vemos en la meta!!.

Mirador Granadella
Yo, me adelanto, sé que Inma y Sandra, en dos patadas me van a agarrar, así que, poco a poco, voy haciendo metros que se van combirtiendo en kilómetros... y de repente, escucho unas risas detrás de mí, aqui las tengo, a pili y mili, pero podrán callarse? jaaaaaa... la madre que las parió, estás dos, hablan más que los diputados. 

Mirador Granadella
Zona de Benitachell. Aqui, tendremos una senda preciosa y algo técnica. Inma bajaba super rápido y muy muy bien. Yo, la seguía, detrás mi Sandra y detrás, más gente.
Km 9, otro avituallamiento, comemos algo, más agua. Comienzo a encontrarme algo cansada, será el calor, no lo sé. Bajamos por la senda que nos lleva al barranco de la playa de la granadella y de aqui, subidón subidón!!!! esta es la subida más dura que hay. Así que me tomé el gel que llevaba. Entre pasos y sudores, llegamos a la zona más bonita de la carrera. Aqui, mis dos compañeras, ya estaban al lado mio. 

JOSE
Cámara que veíamos, foto que nos hacíamos. Estos últimos kilómetros se nos van a hacer eternos como sigamos haciendo de modelitos!!! jaaaaaaa..... 

EVA
Y que más da, soltó Sandra... así que, llegamos a las ruinas del mirador de la granadella. Ruinas? yo solo veo un montón de piedras!!! soltó Sandra, jaaaaa......

Ahora toca una subida preciosa, algo dura pero merece la pena, veis hasta dónde subimos?.. Fotos y venga chicas, que tengo unas ganitas de llegar a meta.

De nuevo, barranco, playa, último avituallamiento y vamos que nos quedan 5 km!!!

Y entre charreteo de esto y de aquello, de los amores entre el hijo de Sandra y la hija de Inma, nos plantamos en el mirador de prevención de incendios del parque. Ahora, todo es para abajo... pista, senda, asfalto y meta...

Y llegamos a la meta, agarradas de las manos y con una sonrisa. 

GRACIAS amigas, habeis conseguido que hoy vuelva a sonreir y sobre todo, que esta carrera haya sido toda una fiesta.

Y para terminar, frase de mi querida Sandra " ISA, PORQUE HAY DOS MARCADORES?"... jiiiiiii.... te quiero, amiga.


lunes, 17 de febrero de 2014

IX CARRERA POR MONTAÑA SIERRA DEL COTO

El fresco de la mañana, de ese 26 de enero, era cortante pero el día alumbraba un sol que nos calentaría, poco a poco, y haría que nuestras piernas entumecidas volaran por las montañas de Monovar.
Bonito sitio, pensé y entre pensamientos y encuentros con gente que llevaba tiempo sin ver, mi otro yo, me hablaba y me decía que hoy iba a sufrir mucho.
Emocionalmente estaba tocada y físicamente también, pero intentaré sonreir en cada paso, porque sin tí, montaña, yo no soy la misma... Comenzamos a trotar, yo, me coloqué de las últimas y poco a poco, comenzamos a subir.
Llegué al primer avituallamiento cansada. 

Tocaba la subida de la carrera, una subida que se me hizo más cuesta arriba de lo que realmente era. 
Paradas, pensamientos, paradas y lágrimas.
Una carrera preciosa pero que me estaba costando la piel.
Entre respiraciones y pasos cortos, me encontré una flor y una princesa; me dieron ánimos y me arrancaron una sonrisa.
De repente, la cima, el punto más alto, km 12 de la carrera... alli arriba, me desanimé, porque el chico ya había recogido todo. Me preguntó, pero aún queda más gente? yo le miré y dije, si yo y dos más.
Psicológicamente me hundí, me sentí pequeñita pequeñita y de repente, la rabia recorrió todo mi cuerpo. Comencé a castigarme psicológicamente y entre riñas internas y demás tropezones, llegué a otro avituallamiento. 
La idea de retirarme se me hizo más que presente pero, la idea de pasar por debajo del arco de meta fué más fuerte, así que entre pequeñas dudas y dolor de personalidad, continué corriendo.
Bajé, subí, subí y subí, volví a pasar por el avitualliento y de ahí, que ya iba la última y con el coche de protección civil detrás, me relajé y dije, bueno lo importante es terminarla.  
Si, si si si, me decía mi orgullo... eres una repakete total, has tocado fondo y ahora, te verán todos llegar la última y efectivamente, cuando me aproximé al arco de meta, marcaba 3 horas y 51 minutos. 
Por un lado, me alegre de entrar dentro del tiempo máximo permitido, pero cuando me ví, alli, detrás del vallado, a Sara, Héctor, Manuel y Jose, me derrumbé. 
Me agarré a Sara llorando como una magdalena, avergonzada por como había terminado, besé a Jose. Devolví el chip, recogí la camisa y comí algo. 
El camino de vuelta, iba haciéndome la dormida y escuchando hablar a Jose y a Manuel. 
Llegué a casa, me duché y fuimos a comer. Y de repente, me llegó una frase de una amiga, "NO ESTA EN VECEN SIEMPRE SI NO EN NO RENDIRSE NUNCA" me recorrío un paz interior que me hizo cambiar la cara y el ánimo, me hizo pensar en la ultra de Las Palmas y reconocer que mi cuerpo estaba cansado, mejor dicho, agotado. Así que, ahora, lo único que me queda, es mirar para arriba.