La lástima de todo esto, que no hay fotos dónde podais ver la maravilla que nos ofrece la madre tierra... "todo quedará en mi cabeza..."
El sábado 06 de marzo, suena el despertador, son las 07:00 de la mañana, pero como buenos dormilones (incluyo a Uco), nos quedamos en la camita una horita más... pero a las 8 ya estábamos listos para empezar un bonito día.
Desayuno a mitad del camino y a las 09.30 horas, nos disponemos a colocarnos los eskies y empezar la jornada de travesía. Empezamos a subir, por una de las pistas de la estación de eskí de Astún. Uco, iba como loco! aunque a mitad del camino, tuvimos que atarle, pues había mucha gente eskiando. Durante la subida, tuve algunos problemas técnicos, nos salimos de la pista y nos metimos por una pendiente muy inclinada, y yo muy inexperta, así que me resbalaba contínuamente, con lo que me enfadé, y como me enfadé, agarré los eskies, bajé con el culo hasta la base de la pista, por dónde llegue hasta la cumbre la la Raca II a casi 2000 metros de altura. Como dijo Cyro, hacer eski de travesía por las pistas, es para los torpes!!!!
Alli arriba, se estaba muy bien. Uco estaba emocionado, no paraba de revolcarse en la nieve, de ladrar a todo el mundo, era feliz y yo feliz de verle tan feliz.... Al final, la bajada, fué algo complicada, menos mal que Cyro es un buen eskiador, por que si fuera por mí, Uco hubiese terminado dentro de la mochila y yo rodando por la pista.
Al día siguiente, decidimos subir por una zona preciosa, fuera de las pistas.
Hacía un domingo maravilloso, un sol impresionante, sin viento, sin gente, Uco iba a sus anchas y nosotros estábamos disfrutando muchísimo...
Llegamos a una zona plana, y vimos a un par de eskiadores que estaban subiendo a una cima y decimos ir dónde ellos. Mi inexperiencia con la nieve me volvió a hacer una mala jugada y tuve que quitarme los eskies.
Al final, terminamos en una zona, de dónde se divisábamos todos los pirineos "una foto preciosa!!!" no paraba de decir Cyro, que lástima que no tengamos la cámara de fotos...
Uco, estaba cansadito, se ponía encima de mis eskies, encima de mi mochila, encima de mí. Descansamos durante unos minutos, allí arriba se respiraba paz. Cruzamos desde una punta de la montaña hasta la otra, por la cresta de la montaña. Realmente, era espectacular.
Luego, cuando ya vimos que era seguro el descenso eskiando, quitamos las pieles de foca, nos colocamos los eskies y bajamos. Durante unos minutos, me sentí libre, libre de mis pensamientos, libre de todo, sentía como me deslizaba, veía a Cyro dibujar eses en la nieve, veiá a Uco correr detrás de mí... DURANTE ESE RATITO FUI REALMENTE FELIZ!!!!
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