Me levanté con mucha energía, se supone y digo "SE", por que conociendome y conociendo a mis sirenitas, no quiero habrir mucho la boca, o sea, que se supone que hoy era la última de las travesías de este año.
El mar estaba perfecto, el día se despertaba con fuerza y sin viento, poco a poco en calas blancas nos ibamos reuniendo los cerca de 200 participantes de la travesía de hoy.
A las 8.30 horas tocó la bocina de salida y comenzamos a nadar. Me encontrba de maravilla, brazada contínua y con mucha energía, notaba como me deslizaba sobre el mar. De cuando en vez respiraba para el lado izquierdo, para ver por dónde iba, pues esta zona me la conozco pero que muy bien y me daba cuenta de que iba a un ritmo muy bueno. Iba levantando la cabeza para no desviarme mucho de la zona de las bollas y la verdad, iba muy bien. Nada más pasar la playa del arenal, a pocos metros, comencé a sentirme cansada y para evitar malos pensamientos comencé a contar las bollas que iba pasando; cuando llevaba 14 comencé a nadar a braza, estaba muy cansada y me costaba respirar. Me dí cuenta que estaba nadando sola, realmente no sabía en que posición me encontraba, pero no tenía a nadie cerca. Nadé de una bolla a otra a braza y luego comencé a nadar a crol, hasta que llegué a la bolla verde que marcaba los últimos metros. Ahí me sentí algo mejor, pues ya escuchaba las boces de la gente que se encontraba en la meta y bueno, al final, por que todo tiene un final. Llegué a la playa de grabas exhausta, cansadísima y con un fuerte dolor de espalda. Intenté sonreir cuando pasé por el arco de meta, pero apenas podía caminar.
TIEMPO: 1 hora 47 minutos en una distancia de 4500 metros. Sinceramente estoy contenta, pero estas burradas de hacer estas largas travesías sin entrenar, tengo que dejar de hacerlas...
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