No me lo podía creer, cuando mi número, apereció a tres puestos del cierre de listas en el sorteo de la travesía, ya estás dentro!!!
Contaba los días y los entrenes. Le tenía un gran respeto a esta travesía. Sabía que podía hacerlo, había nadado los 16 km en el rio Ebro!! como no voy a poder con los 5.900 metros de esta preciosa travesía? aun así, no hacía más que preguntar a toda la gente que la había nadado que me dieran consejos.
Las chicas de club de triatlón, me daban ánimos a todas horas, cada vez que las decía que me iba a nadar a la marineta... a esa piscina natural que tengo cerca de casa.
Y cuantas veces, nadando sola en la marineta, pensaba en las brazadas, en la forma en la que tenía que respirar, moverme, girar, patear... y por fín, estaba alli... delante de la recogida de dorsales, nerviosa, con los ojos llenos de lágrimas y como siempre, con la compañía y con el apoyo incondicional de mi Jose.
Dorsal 939, marcado en mi brazo... ahora, a esperar que salgan las tabarqueras. Jose sacó tiket para ir en una tabarquera, dónde irían solo los acompañantes que quisieran ver la salida desde la isla.
Me monté en la segunda tabarquera y me despedí de él. Nos vemos en un ratito, me dijo, con esa sonrisa llena de energía.
Zarpó la tabarquera y fué cuando me calmé. Observaba el mar, las boyas que marcaban el recorrido, escuchaba a la gente que hablaba de sus experiencias anteriores... respiraba y disfrutaba de ese momento.
Llegamos a Tabarca y comenzamos a bajar. Veía a la gente estirando, cambiándose, llevando la ropa al guardarropas.
Y cuando me encontraba en la playa de salida, frente a esos 5900 metros de nado, pude ver a mi Jose alli, encima de la tabarquera, firme como un mastil.
Dieron la salida, me tiré al mar y noté que esa iba a ser una bonita travesía. Cada brazada que daba, el calor del agua, los peces que me acompañaban, me sentía ligera y muy agusto, hasta que me rozó una preciosa medusa.... collons!!!! zas!!! en todo el brazo izquierdo.... llevaba nadando 800 metros y hasta el km 3, tuve ese quemor que no me dejaba pensar en otra cosa.
Me dí cuanta que me encontraba muy bien, no me dolía nada ni me sentía mareada... solo pensaba, en seguir nadando y en seguir disfrutando de ese evento. Pensaba en el momento en el que saldría del mar y en el momento en que tú estaría ahi, feliz de verme salir del agua.
Km, 3.500? le pregunté a una chica. y me contestó, si... iremos por ahi.
De repente ví el km 4 y no podía creer lo bien que me encontraba... y km 5!!!! madre mía ya podía ver la costa y un manchurrón que serían toda la gente que estaba esperandonos...
Me paré durante unos segundo y tuve quehacer un pis, me estaba meandoooooo.... ai , que agustico que me quedé, reconcholis, jaaaaaa... venga, va. que te quedan 900 metros. aligeré la brazadas, poco a poco iba pasando boyas y cuando me fuí a dar cuenta, ya veía el fondo de color amarillo, la arena de la playa de Santa Pola... Isabel, ya estás!!!
Levanté la cabeza y vi a la gente que iba caminando tranquilamente, yo comencé a jugar con esos últimos metros de mar que me quedaban... y por fin, sali, miré el crono y no me lo podía ni creer, había hecho la travesía en 2 horas y 5 minutos, en ese mismo momento me sentí muy orgullosa y ahi estabas tú, más contento que yo, mirándome atónito y diciéndome, ya? jaaaa
Así que una bonita sensación, me quedó. Una preciosa sensación que me hizo pensar que esta travesía, tendría que volver a repetirla... pero esa vez, sería a tú lado.
DORSAL 939.
POSICION GENERAL 743.
POSICIÓN VETERANAS A 24
2 comentarios:
y como siempre, leyendolo en el blog como lo cuentas parece una cosa la mar de fácil...
Enhorabuena
Vicente
Salamanca
jaaaaaa .... un abrazo, primo
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