miércoles, 6 de octubre de 2010

UNA RUTA POR EL VALLE DE ARAN QUE DURÓ 6 DIAS



una preciosa ruta, que recomiendo a todos aquellos que necesiten un kit kat, a todos aquellos que quieran pasear por uno de los rincomes más bonitos de los pirineos.




del 24 al 29 de septiembre de 2010
Nada, que no tuve bastante con la transpirenáica que me fuí, durante 6 días, a recorrer 150 km de preciosa montaña, por el Valle de Aran, sito en uno de los lugares con más carisma de todos los pirineos. Esta ruta sale desde el pueblecito de Vielha, un pueblo situado entre montaña y detrás de un largo túnel.

No tengo fotografías, por que la cámara se me rompió en la ruta anterior, así que pondré alguna que otra imagen "sustraida" del google...
PRIMER DÍA: Vielha - Montgarri: 28 km ( 6h 40')
Nivel medio-fácil

El día salió lluvioso y aunque las previones eran "de sol radiante" este, digo el sol, estaría de vacaciones y le entiendo, ya me acompañó bastante durante la transpirenáica ahora necesitaba descansar... Después del desayuno en el hotel pirene, agarro la mochila y a mi perra y caminico para Montgarri.






Hoy pasaré por las pistas de esqui de Baqueira, que dejaré a mano derecha y pisaré por el Plan de Beret, para poco a poco, introducirme en un pequeño bosque de pino negro que lleva hasta el refugio de montaña sito en Montgarri, donde pasaré la noche (desde aqui saludos a Quim); desde este refugio sale la ruta de Passan.



El día pasó deprisa, tenía que habituarme a las explicaciones del guia que me habían dado en un papel y a el mapa, además de tener que ir sellando en todos los lugares indicados. Pasé por los primeros pueblos del lado más rico "economicamente" del valle. Unos pueblos preciosos y con unas iglesias dignas de admirar, de los siglos XI y XII.
SEGUNDO DÍA: Montgarri - Montcorbau: 28,85 km (6h 50')
Nivel fácil

Tuve que pasar la noche en la entrada del refugio, Gaia no quería estar lejos de mi y no hacía más que llorar, así que agarré un colchon y me bajé a la entrada. La noche fué muy fria, tuve que taparme con 3 mantas y no entré en calor. A la mañana siguente, seguia lloviendo y cuando salí para que Gaia fuera al aseo, me dí cuanta que las montañas estaban nevadas; las primeras nieves del año y yo estaba ahi! respiré y sonreí, detrás de mi estaba Quim (el guarda del refugio) quien me dijo, has visto? yo me giré y le contesté, sí madre Gaia me acaba de hacer uno de los regalos más bonitos del año.

El desayuno, IMPRESIONANTE DESAYUNO y que rico el yogurt! lo hice tranquilamente. Sobre las 9:20 horas, agarré y me tiré a la calle. Hacía muchísimo frío, viento, lluvia, niebla... vamos para haberme dado la vuelta y haberme metido en la cama...
Llegué a Arties sobre las 13:10 horas, me metí en el bar de las mejores tapas del valle y me puse las botas. Cuando salí a la calle, el tiempo había mejorado y el sol estaba echando un pulso a las nubes.



Sobre las 15:50 horas, estaba de nuevo en Vielha; agarré el camino que sube hasta Montcorbau, por la ladera derecha del valle. Las vistas eran preciosas, los pueblos se veían como pequeños tejados negros entre el valle verde.


TERCER DÍA: Montcorbau - Canejan: 33,50 km (7h 45')
Nivel medio-fácil

Tercer día y el más largo de la travesía! Después de una noche tranquila y después de un desayuno familiar en la casa rural dónde me quedé a dormir esa noche, decidí empezar pisando fuerte. Hasta Arres de Jos pasé por 11 pueblos con bonitos senderos, bien marcados y llenos de vegetación y moras, que moras! nunca había visto una moras tan hermosas y tan ricas... Decidí bajar el ritmo de la marcha e ir disfrutando del valle. Cada vez que pisaba un pueblo, veía cerca a el otro, era como una cadena de pueblecitos distribuidos por toda la ladera de la montaña.

Sobre las 14 horas llegué a Arres de Jos, comí un poco y continué la marcha. Ahora, la vegetación se fué haciendo más espesa y comenzaba a haber más desnivel.



El bosque de Artigaus, un precioso bosque de robles, helechos, musgo, agua... por dónde discurría el antiguo Camino Real. Mi perra comenzó a ladrar, estábamos abrigadas por la vegetación y el olor de la tierra mojada era muy fuerte.





Llegamos a la carretera que cruza desde Bossóst hasta Les, tengo que decir que esta parte es la más fea de toda la ruta, ya que pasé por dos centrales hidroeléctrica y los caminos eran más áridos; esto duró poco, tan sólo 4 km y de repente, de nuevo en otro gran blosque de fresnos y de avellanos.



Quedaba apenas 3 km para llegar al punto final de la ruta de hoy. La subida, por una sende en zig zag, por una senda que tiene 33 curvas al igual que los 33 pueblos del valle de aran, es bien bonita. Una subida suave que terminó en el pueblecito de Carnejan. El sol empezaba a perder fuerza y la luna se reflejaba en los ojos de mi perra. Estábamos muy cansadas, se notaban los kilometros del dia de hoy en nuestras piernas.

CUARTO DÍA: Canejan - Bausen: 26,70 km (9h)
Nivel medio

La ruta de hoy pasa por una zona "con encanto" por uno de los rincomes más perdidos y olvidados del valle y del Camino Real. Un camino que nos lleva hasta el Refugio de Era Honeria, donde me hice un bocata de tortilla con queso.


La ruta de hoy, comienza en Canejan, de dónde salgo por una sendada con los muros de piedra.




Bajo hasta el rio de Arriu de Toran para volver a subir y coger nivel, por el maravilloso bosque de hayas centenarias. Un bosque digno de ir a visitar, dónde la respiración es ahogada por el silencio, dónde mis pasos no dejan apenas huellas debido al gran manto de hojas que hay en el suelo.

A los casi 7 km salí a una pista que me condujo hasta el refugio. Desde este refugio sale otra ruta, la ruta de los 7 sellos.



Hacía un día soleado y cuando salí del refugio, el calor era agobiante. Sobre las 19:20 horas estaba en Bausen, la subida hasta aqui fué por un camino empedrado muy parecido a la subida a la del pueblo de Canejan.






En Bausen hay una historia de amor muy bonita, una historia entre dos personas que debido a los impedimentos de la iglesia no pudieron casarse y que cuando ella falleció, debido a los impedimentos de la iglesia y a que ella "vivió en pecado con el amor de su vida", no fué enterrada en el cementerio del pueblo. Sin embargo, las gentes de Bausen, la enterraron en un lugar especial, un lugar dónde las vistas son únicas. Si algún día pasais por este pueblecito, ir a la tumba de Teresa sita debajo de las antenas del pueblo.



QUINTO DÍA: Bausen - Bossóst: 14,15 km (4 h)
Nivel fácil

Después de la maravillosa cena en el bar de Bausen, después de una noche tranquila y escuchando como los ciervos eran llamados por la naturaleza, me dispongo a pasear por la parte norte del pueblo. Toca ruta circular de 5 km por el bosque, toca escuchar la berrea de los ciervos por este bosque de adas y duendes, el bosque de Carlac.
A las 12:30 horas, estaba de nuevo en Bausen, desayuno-almuerzo y camino para Bossost.
En un pim pam me planté en Bossost, tan sólo en 2 horitas y ya estaba en la habitación del hotel. Gaia lo agradeción, estaba muy cansanda y sus patas traseras flaqueaban. Pasamos toda la tarde descansando y toda la noche durmiendo, no bajé ni a cenar, no quería dejar a mi compañera sola.
SEXTO DÍA: Bossost - Vielha: 19 km (3h 30')
Nivel fácil
Ultimo día, ultimos dias... hoy todo se termina! se termina la ruta a pie por el valle de aran, se terminan las vacaciones, se termina el lazo emocional con dos personas. Hoy, 29 de septiembre, es un día para recordar.
La vuelta para Vielha fué algo profunda, iba con paso ligero pero observando todo. Por aquí ya pasé cuando hice Pedals de Occitanía, pero no es lo mismo ir encima de la bici que ir caminando, vamos, se ven las cosas de diferente manera. Además, aquel día estaba lloviendo y este, hacía un sol brillante, vamos, totalmente diferente.
Llegué a Vielha cuando en el campanario daban las y cuarto del mediodia. Caminé por las calles del centro para despedirme y subí hasta la casa de Lola, para ducharme y recoger las cosas.
La vuelta a casa, triste... pero todo tiene un final, verdad?

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me encanta leer tus relatos, me hacen sentir que estoy en esos bosques. Lástima que la gente no sepa disfrutar de la montaña como tu lo haces.

Aix... un beso muy grande.

Mª Isabel Vicente Lopez dijo...

Es que yo siento a la madre Gaia, cuando estoy entre sus bosques, escucho sus lamentos y la pido perdón.
Si los humanos fuésemos capaces de tener un poquito más de sensibilidad, la cosa sería diferente...pero somos tan egoístas.
Otro beso