Entrene MiM Chiva

Y lo que iba a resultar un entrenamiento para reconocer la zona de la próxima carrera de Chiva, pasó a ser un día muy duro y con sensaciones de derrota total. Me dí cuenta, de que estoy falta de algo o sobrada de algo, pero llegué a casa con la cara triste y con un mal sabor de boca.

Los primeros kilómetros fueron bien, un ritmo suave pero contínuo, se podían trotar cómodamente.

Manolo iba llevando muy bien la localización de la ruta con su GPS, Luis y yo, le seguíamos.

Llegamos a la 1ª fuente, después de pasar la senda de Mal Pasos y de trotar por una zona muy bonita de vegetación baja, bajamos por una senda algo resbaladiza; lleváríamos unos 10 km aproximadamente y cerca de dos horas de trote. Comimos algo y cargamos los camelback, la siguente fuente sería en el km 27. Yo estaba bien, me sentía bien...

La segunda subida fué brutal, muy empinada por una zona que apenas se podía correr, intento recordar algo para poder escribirlo, pero mi mente se ha bloqueado y prefiere no recordar. Lo único que os puedo decir, es que llegamos a una carretera y de aquí, por una pista sucia y de poca vegetación, fuimos a dar al cauce seco de un rio (barranco de la parra). Comenzaba la brutal subida hasta la cresta de la alteta de tiburón. Así la bautizó Luis, pues realmente, se parecía a una aleta de tiburón. Tengo que decir, que las vistas eran preciosas, nos encontrábamos dentro de un barranco y rodeados de montañas, altas y verdes, con colores del otroño y con el sonido contínuo de los pájaros. Pero aquí, mi mente, se bloqueó. Me encontraba muy cansada y con sensación de agotamiento total. No quería imaginar lo que aún nos quedaba, estaríamos en el km 20... Nos hicimos una foto en el cobarrón de charnea, faltaban aún 2 km para llegar a la cima de peña alta (950 m). Pasamos esta parte y bajamos por una pista trotadora, menos la última parte, hasta la fuente del km 27. Aquí le dije a Manolo, sigue tú amigo, yo acorto, no tengo fuerzas para subir hasta el pico de Yerbas (1023 m) del pico más alto de la carrera. Nos vemos en el coche, vale? Luis me dijo que se venía conmigo, que él se encontraba bien, pero que no me dejaría sola. Me encantó como Manolo salió trotando pista para arriba con esa fuerza que le caracteriza, madre mía, como sube el pequeñico este!!! Luis y yo, bajamos por una pista asfaltada hasta la siguiente fuente, nos zamparíamos unos 4 km, y desde la fuente del km 30 (sería el 34 en realidad, pero es que nosotros acortamos), nos introducimos, de nuevo por el cauce de otro rio hasta la siguiente y última subida del día. A media subida, vimos a Manolo en la pista asfaltada, por favor, este hombre no corre, vuela!!! Luis y yo llegamos a la cima y agarramos un cómodo PR (300) que nos devolvió al coche. Yo no decía nada, pero me encontraba fatal, con la mente rota y con la tristeza de no estar preparada para esta carrera. No sé como lo voy a hacer, Marco, le dijé por el facebook, y él me contestó, ya te daré dos trucos y verás, no te hundas, vale? Los mensajes de ánimo de todos mis amigos, me emocionaron. Y bueno, es una carrera más, intentaré hacerla lo mejor posible y sobre todo, intentaré disfrutarla dentro del sufrimiento, ya que es una carrera muy muy dura...