martes, 4 de septiembre de 2012

XI Baixada Delta del Ebre

Impresionante que YO pudiera nadar 15.700 metros... estaba nerviosa, angustidiada, atacada...vamos estaba de los nervios.
Los días de antes Jose, Oroel y yo, habíamos estado paseando por la zona de Benasque y claro, estaba algo cansadita...
Pero todo estaba en mi mente... así que después de comer e ir al aseo más de tres veces, agarramos los coches y nos fuimos a estacionar a la zona de la salida.
Nos colocamos los bañadores y nos hicimos la foto de ANTES de la gran locura; coincidimos con varias personas de la parte de Valencia. 
El sol estaba en todo lo alto, eran ya las 16 horas y estábamos a punto, calentitas por que hacía más de 35 grados...
17 horas y al agua... comienza la salida de manera algo extraña y cuando me doy la vuelta, a Ana se le habían roto las gafas. Así que ella se sube a una barca y yo continuo nadando. Mis pensamientos eran "ahora mismo, te has quedado sola, así que no pienses y nada, tienes que llegar a Tortosa"; al cabo de una hora y poco, alguien me toca los pies y era Ana. La alegría nos inundú y comenzamos a abrazarnos y dar gritos, tan fuertes, que una chica que iba en un kayac, se asustó. Me han dejado unas gafas, me han dejado unas gafas, me decía contínuamente. Venga, que ahora ya estamos juntas!!! Así que entre miradas y risas, seguimos nadando. La siguiente hora se me pasó bien deprisa, pero mi estómago estaba ya pidiendo comida... Asi que me paré y le dije a Ana, "estoy hasta el pirri! y tengo un hambra de cojones". Ana me dijo "no llevas el gel que María te puso en el bañador?" así que lo saqué y me lo comí... y de repente, comencé a nadar... A lo lejos ya se veía Tortosa... y allí, en Tortorsa estaria Jose esperándome... 
Cuando nos quedaban menos de 800 metros, escuché mi nombre... levanté la cabeza y era Jose que estaba en el puente... me emocioné y pensé... eres muy fuerte y muy afortunada, disfruta este momento porque nunca jamá volverá... Le saludé y sonreí a Ana que me preguntó, quien era, yo le dije MI JOSITO!!! y ella también le saludó.
De repente, ya estábamos fuera del agua... TRAVESÍA CONSEGUIDA...
15.700 metros en 2 horas y 47 minutos!!!
Por la noche lo fuimos a celebrar con una buena cena y dos botellas de un buen vino... estábamos en Alcoceber, en la casa de María....
Ahora, ahora mismo, mientras escribo este relato, mi corazon se encoje por la tristeza y el recuerdo... pero la vida es así, tan sólo hay que respirar y seguir el camino..GRACIAS por todas esas brazadas y risas, por esos momentos inolvidables, GRACIAS por existir.



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